#ExpediciónTeatralInterprovincial
Una pequeña troupe de artistas de distintas provincias, entre ellas Formosa, remonta el río Paraná en auto embarcados en una aventura a la búsqueda de nuestra maravillosa y extraña condición fluvial. Se trata de Lxs Autonautas que inician una gira por Resistencia (Sala 88), Fontana (Teatro Arlequín), Formosa (Centro Cultural La Mandinga) y Corrientes (teatro El Flotante) con funciones los días 17, 18, 19 y 20 de noviembre.
El espectáculo tiene algunas características particulares. Se trata de una creación colectiva llevada adelante por una pequeña troupe de artistas provenientes de diferentes provincias de la región: Formosa, Misiones y Entre Ríos. El material escénico inicial se construyó en situación de viaje. El grupo hizo en abril una travesía remontando el margen del río Paraná, visitando distintas localidades ribereñas a la búsqueda de diferentes estímulos creativos e información, personajes, sonidos, costumbres, historias de cada lugar y con todo ese material recopilado y reelaborado en escenas, imágenes y textos, el grupo arribó a Posadas, donde comenzó el proceso de construcción de la obra.
Ese proceso se extendió a lo largo de varios meses y fue desarrollándose en Formosa, en Paraná, en Misiones y en el camino; finalmente se estrenó en agosto en el Galpón de Arte Espacio Reciclado, en Posadas donde se realizaron muchos de los ensayos. Luego del estreno en Posadas, se realizó en septiembre una pequeña gira por Entre Ríos, visitando algunas de las localidades por las cuales transcurrió el viaje (Piedras Blancas, Santa Elena y Paraná en el Centro Cultural La Vieja Usina, en el marco del Ciclo Domingos de Teatro).
“Esta gira la pensamos como un reencuentro y una acción de reciprocidad con estos lugares y las personas que tan generosamente nos recibieron, nos abrieron las puertas de sus casas, sus historias, sus anhelos, su voz”, señalan lxs autonautas, un elenco interprovincial integrado por Gustavo Berndersky y Melina Forte, de Paraná (Entre Ríos), Carolina Gularte (dirección de actrices y actores) y Mariela Iparraguirre, de Posadas (Misiones) y Laura Saavedra, de Formosa.
¿Qué se propone ser Megapotamia? ¿un diario de viaje? ¿un recorrido imaginario por este territorio? ¿qué son los autonautas (palabra en la que encuentro resonancias de uno de los últimos libros de Julio Cortázar)? son algunas de las preguntas a lxs autonautas que cuentan que “todo comenzó con una serie de preguntas muy simples que nos hicimos sonrientes y algo escépticxs: ¿qué hubiese pasado si Charles Darwin hubiese contado en la tripulación durante sus viajes alrededor del mundo con un juglar, una recitadora o unx artista de variedades? ¿Y si Marco Polo en sus incursiones por Asia hubiese tenido la ayuda de unx escriba – actor o actriz? o ¿qué hubiese pasado si Jeanne Baret, en su extenso viaje alrededor del mundo, además de ser ayudante de cámara hubiese sido prestidigitadora o contorsionista? ¿cómo sería nuestro conocimiento del mundo si lxs grandes exploradores hubiesen logrado -a lo largo de sus travesías- hacer también ese relevamiento vivencial, antropológico, sensible y corporal que sólo lxs artistas escénicxs son capaces de abarcar en su totalidad?. Luego apareció en nuestro recuerdo aquel último libro publicado por Julio Cortázar junto con Carol Dunlop, Los autonautas de la cosmopista, y todas aquellas fantasías y ensoñaciones comenzaron a tomar un sentido experiencial y performático, a avizorarse como una plataforma creativa, un punto de partida que nos tironeaba aún sin saber bien hacia dónde, más hacia el lado del poniente como le hace decir Ricardo Güiraldes al protagonista de Don Segundo Sombra”.
Lxs autonautas, viaje atemporal por la Megapotamia es un espectáculo cuya realización está concebida en el mismo tránsito, en movimiento, sobre la marcha y en el breve período que transcurre entre una escala y la siguiente y al modo de lxs antiguxs exploradores, la pequeña troupe de artistas escénicos fue avanzando hacia tierras ignotas aún: “Nuestra premisa fue avanzar lentamente a través del territorio preguntándonos escénica y corporalmente: ¿qué ocurre cuando habitamos los parajes y pequeñas ciudades que habitualmente son lugares de paso en los viajes?. ¿Qué historias emergen de esa operatoria signada por la observación empática y sensible?”.
Grupo de aventureros
El grupo de lxs autonautas se integró a partir de una convocatoria lanzada en Paraná, desde la Compañía Le Feu: “Nos interesaba -y nos interesa- explorar otras geografías identitarias, otras poéticas teatrales, otros modos de pensar lo escénico, lo performático. A partir de ese impulso salimos a la búsqueda de colegas de estas provincias que hoy integran el proyecto”.
El proyecto contó con el acompañamiento de algunos municipios por los cuales pasaron, como Piedras Blancas, Santa Elena, Goya en Corrientes y Posadas en Misiones. También apoyan la iniciativa el Fondo Nacional de las Artes, el programa Gestionar Futuro del Ministerio de Cultura de la Nación y el Instituto Nacional del Teatro, y para las próximas funciones están recibiendo también el apoyo de la Municipalidad de la localidad de Fontana, del interior de Formosa, como así también el apoyo de los espacios teatrales Sala 88, El Flotante, Arlequín y La Mandinga.
¿Por qué Megapotamia?
Según dicen, la palabra Mesopotamia nombra una tierra signada por los ríos, delimitada por el agua, arroyuelos, afluentes y esteros. La Mesopotamia es ese lugar donde las crecientes fértiles hacen que la vida brote, emerja y se expanda en manifestaciones infinitamente particulares, “y es en la Mesopotamia donde lxs seres humanxs hemos hallado el resguardo imprescindible para dar nuestros primeros pasos como especie, ensayando y probando esa extraña combinación entre lo cultural y lo natural que nos caracteriza y vuelve inclasificables”.
Las primeras civilizaciones de Occidente surgieron entre los ríos Tigris y Éufrates, en lo que ahora es territorio iraquí. Cuando se habla de Mesopotamia generalmente se alude a esa región. Para distinguirla de ésta y -al mismo tiempo- remarcar su completamente distinta magnitud, algunos estudiosos han propuesto para la Mesopotamia argentina el nombre de Megapotamia, un vastísimo territorio demarcado por caudalosos ríos, durante muchísimos años en disputa territorial con nuestros vecinos y con una ascendencia e idiosincrasia guaranítica irreductible y manifiesta.
Volver la vista hacia nuestra Megapotamia, situarse voluntariamente en ese territorio y en esa tradición, implica para estos exploradores escénicos también el intento de regresar imaginariamente a esa fuente de la que provendría toda promesa de vida, “situarse sensible y creativamente en la ruta de las crecientes fértiles para desandar el camino que fue fertilizando nuestros pasos haciendo prosperar la fruta y la cosecha, potabilizando y posibilitando nuestra forma de vida”.
Lxs autonautas contaron que mientras proyectaban la experiencia, el río Paraná comenzaba a atravesar una crisis hídrica de proporciones gravísimas e inéditas “ofreciéndonos postales de sequía que no habíamos visto antes, sin embargo, las agendas de discusión pública impuestas por los medios de comunicación hegemónica parecen solazarse en la superficie de lo trivial, defendiendo los intereses de grandes capitales privados; el teatro es también entonces un modo de levantar la voz, de dar batalla en las cuestiones que son urgentes”.
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