30 mayo 2024

NOTA DE TAPA N.º 531 / PREMIO GARDEL PARA AROMAS DEL TIEMPO, MEJOR ÁLBUM DE CHAMAMÉ DEL DÚO BOTE

Abel Tesoriere: “El chamamé es como decir en nuestra zona la sopa paraguaya”

 
Entrevista: Rocío Chavez

El chamamé desempeñó un papel relevante en la evolución cultural del litoral argentino, calando gran parte de su idiosincrasia e identidad regional, y es por ello que en el 2020 la UNESCO lo reconoció como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: su música y baile suelen estar siempre presentes en todo tipo de celebraciones comunitarias, familiares, religiosas y festivas, y pone de relieve toda una serie de valores esenciales: el amor a la tierra en que se nació y a su fauna y flora, la devoción religiosa y la ñande reko guaraní, es decir la manera de ser y estar de los humanos en armonía con la naturaleza y la espiritualidad. En la reciente entrega de los Premios Gardel 2023, el chamamé volvió a ser reconocido como el mejor del año de la mano del trabajo del Dúo Bote, integrado por el cantor y compositor formoseño Abel Tesoriere y la misionera Florencia Bobadilla. El segundo disco del dúo se llevó el Gardel al Mejor Álbum de Chamamé: Aromas del Tiempo, que destila perfume de los ríos Paraná, Paraguay y Pilcomayo y homenajea aquellas canciones grabadas en los años 50 hasta los 80, época de una prolífica producción discográfica en el género. Contiene exquisitas versiones del cancionero litoraleño, como El Moncho, Lucerito Alba y Arrebol, en un total de doce canciones.
 
 
Para Abel Tesoriere, el chamamé “es como decir en nuestra zona la sopa paraguaya”, forma parte de su vida, de su cultura y es su pasión. “En mi infancia primero y después mi adolescencia siempre me relacioné con músicos de todos los géneros, pero siempre estuvo el chamamé”, cuenta el músico a DÍA SEIS muy contento por haber recibido un galardón tan importante para la música. Desde su primera edición, los Premios Gardel, organizado por la cámara que agrupa a los sellos discográficos de Argentina (CAPIF), distingue lo más destacado de la música nacional, premiando el talento de los artistas argentinos en diversos géneros y categorías.
 
“Estamos muy contentos de haber recibido este premio. Es un mimo para el alma y fruto del trabajo que venimos haciendo desde el 2011”, dice Abel y agrega: “Es un aliciente para seguir trabajando, algo que hacemos con mucha naturalidad y nos cuesta ver que sea que un trabajo, es algo que llevamos adentro, nos llena el alma, la música es el alimento del alma, entonces cuesta ver que sea un trabajo, a pesar que no nos pagan tanto”.

En el álbum participan como invitados Milagros Caliva (bandoneón), Víctor Carrión (saxo tenor), más el aporte en voces de Inés Cuello, Yoli Campos y Tomás Llancafil. El disco fue grabado y masterizado por Esteban Kahayan.

—Qué es para ustedes Aromas del tiempo?

Aromas del tiempo representa para nosotros sobre todo la niñez, la infancia, donde tenemos los más fuertes recuerdos y sobre todo en la música. Recuerdo de niño los canales de aire de Paraguay, Canal 9 y Canal 13, mi papá y mi mamá que nació en Paraguay, por lo tanto corre algo de sangre guaraní por mis venas, veían los programas de los domingos temprano donde había músicos en vivo, sonaba chamamé y polka, y de eso tengo muchos recuerdos. Y después la infancia en mi casa, en la casa de mis tías, de mi abuela materna en Paraguay, donde se escuchaba mucha música paraguaya. Por eso, para mi y para Flor la mayoría de los pensamientos y de las sensaciones tienen que ver con nuestra infancia. Tocar estas canciones es un viaje al pasado y a la infancia.

—¿Cómo fue el proceso de selección de los temas e invitados?

—La mayoría eran canciones que habían quedado afuera del disco anterior (Ysyry [agua que corre], 2015) y esperaban ser grabadas, y el resto fueron canciones seleccionadas de archivos que tenemos. Yo tengo mucho archivo de chamamé viejo, íbamos buscando como aguja en pajar y encontrábamos canciones hermosas y así fuimos seleccionando el resto del repertorio.

Los músicos que tocaron en el disco son amigos, grandes artistas y gente que admiramos como Milagros Caliva, una gran bandoneonista, Inés Cuello una cantoraza de la provincia de Buenos Aires, Yoly Campos, una cantoraza chubutense, Tomy Llancafil, cantor también del Sur, y un instrumentista maravilloso que es Víctor Carrión que tocó los vientos en una canción de Daniel Toro.

—Cómo sigue el camino de Aromas del tiempo?... hay posibilidades de un vivo en Formosa?

—Tenemos presentaciones en Buenos Aires, el 7 de junio compartiendo con el trío Aromo, de Córdoba, en el Espacio El Zonko, en julio nos vamos a Misiones en Julio y quizás para septiembre andaremos por Formosa. Tenemos muchas ganas de presentar el disco allí, pues todavía no lo presentamos, el disco salió en septiembre del 2023.

—¿El dúo tiene otros proyectos? ¿En qué están hoy trabajando?

—Nosotros paralelamente tenemos otros proyectos. Yo tengo Mbeyú Trío, también toco un poco solo la guitarra composiciones mías, e integro un grupo que se llama Flamamé, que sacó un disco muy lindo hace poco, y ahora estamos enfocados en el dúo y empezando a trabajar en una presentación orquestal con arreglos y canciones del dúo, con cuerdas y algunos vientos. Estamos empezando a trabajar en eso para ver si a fin de año podemos presentarlo; es un trabajo intenso, grande y largo, hay que conseguir arreglador y muchos músicos, pero estamos muy entusiasmados de llevarlo a cabo.
 

Al rescate de la música litoraleña al borde del olvido


“El disco Aromas del tiempo va al rescate de música litoraleña al borde del olvido, difícil de encontrar en Spotify o en la web. Canciones que cuentan el paisaje litoraleño y de nuestra región, grabadas en casetes en la época febril de los años 50, una época de prolífica producción discográfica. Es música del litoral, pero siempre se cuela algo porque el Dúo Bote trasciende el género y hay una perlita escondida más cercana al bolero, por ejemplo, que también nos representa”, expresan los integrantes del dúo.
 

Para explicar de dónde salió la inspiración para el álbum, Abel afirma que “hay tanta música dando vuelta, vieja sobre todo, y en el primer disco nos quedamos cortos, hubiésemos hecho un disco triple; entonces nos pareció como una continuación de ese primer disco con música quedó afuera y una nueva selección que tiene que ver con una estética determinada del siglo 20, de los años 50 hasta acá, y si bien estamos en otra época y hay compositores nuevos, el Dúo Bote tiene estas cualidades de rescatar la música del litoral de esa época, los 50 hasta los 80-90 que fue muy explosiva y gloriosa, y creemos están las cosas que más nos gustan”.

El camino musical de Abel Tesoriere es el independiente, un camino muy difícil de encarar pero que tiene su fundamento: “La música independiente te da precisamente eso, independencia y libertad de tocar y cantar lo que vos quieras; no estás atado a que nadie te diga lo que tenés que hacer; no se si es una elección en nosotros o algo que sucede naturalmente. Me pasa personalmente que no podría, hice el intento de ser un músico sesionista o ponerme a disposición completa de otro artista y me cuesta mucho eso. Toco lo que me gusta y lo que me moviliza, me cuesta mucho tocar cuando me llaman para proyectos que no sean míos, pero lo suelo hacer, me llaman para grabar y voy, si me gusta por supuesto es doble placer… pero a veces no te gusta tanto el proyecto pero te pagan y vas igual.

El Dúo Bote y una “colada” cumpleañera


La posadeña Flor Bobadilla Oliva y el formoseño Abel Tesoriere en escena suman las energías de sus tierras para presentar obras poético-musicales que son una síntesis cultural de su región litoraleña, sin dejar de lado los sonidos latinoamericanos. Flor es cantante, pianista, compositora y actriz, lleva adelante un montón de proyectos y acaba de lanzar este mes un nuevo disco junto al pianista Nacho Amil, llamado He de morir de cosas así, que contiene canciones en español y algunas en portugués.
 
 
El dúo nació artísticamente en el año 2012, luego que ambos se conocieran en el cumpleaños de Abel. “Siempre cuento esta anécdota. Flor entró de colada a mi cumpleaños, yo vivía en un departamento chico y solía hacer encuentros pequeños con amigos y ella llegó con una amiga en común. Esa noche pegamos onda y empezamos a tocar. El primer tema fue jazz porque ella es una cantora muy versátil, canta lo que sea con una maestría hermosa, la admiro mucho a Flor; después tocamos un bolero y luego de esos temas empezó a salir lo litoraleño nuestro. Esa fue la génesis del dúo, empezamos a tocar como invitados de músicos amigos y así empezamos a salir a la escena”.

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