06 junio 2024

DÍA DEL PERIODIDSTA: EL MEJOR OFICIO DEL MUNDO

“El periodismo es una pasión insaciable que solo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no la haya padecido puede imaginarse esa servidumbre que se alimenta de las imprevisiones de la vida. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para eso y esté dispuesto a vivir solo para eso podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente”, decía el gran Gabo (Gabriel García Márquez) en la 52.ª Asamblea de la Sociedad Interamericana de prensa (SIP) en Los Ángeles en 1996, describiendo así lo que el llama el mejor oficio del mundo.
 
 
El 7 de junio de 1810 Mariano Moreno tomó una decisión clave para el futuro del periodismo: el abogado y político fundó La Gazeta de Buenos Ayres, el primer periódico de la etapa independentista argentina. Y el 25 de mayo de 1938 se realizó en Córdoba el 1er Congreso de Periodistas con trabajadores de prensa de todo el país que decidieron instituir como Día del Periodista, el 7 de junio, en honor al diario que desencadenó los más de 200 años de periodismo.
 
El periodismo es un oficio y se aprende ejerciéndolo. Por eso hay excelentes profesionales que son médicos, abogados, historiadores, y también hay extraordinarios y premiados periodistas sin estudios universitarios. No eran ni son licenciados en periodismo Gabriel García Márquez, Ryszard Kapuscinski, Alma Guillermoprieto, Bob Woodward o Carl Bernstein –los reporteros de The Washington Post que destaparon el caso Watergate–. Y tantos y tantos otros. La vocación es lo que los caracteriza con ciertas cualidades: instinto nato de curiosidad, especial afán de comunicar hechos, mínimas dotes para saber narrarlos y el valor del criterio, además de tener formación general (cultura general), específica y especializada.

Si bien el derecho a la información y la libertad de expresión son derechos universales, y se reconoce como titulares de la libertad de información tanto a los medios de comunicación, a los periodistas, así como a cualquiera otra persona que facilite la noticia veraz de un hecho y a la colectividad receptora de aquella, ser titular de esos derechos no convierte al ciudadano en periodista. Tampoco dar una noticia o contar una exclusiva, ni escribir en un blog, ni participar en una red social o tener un canal de YouTube, por muchos lectores o seguidores que se tenga. “Tener muchos followers te convierte en influencer, pero no necesariamente en periodista”, dice la española Isabel Serrano Maillo, profesora en la Universidad Complutense de Madrid.

El periodista tiene un compromiso con la verdad y un deber con respecto a la información. “El hombre común cuando informa ejerce un derecho, el periodista, además, cumple un deber, un deber que le encarga la sociedad (González Ballesteros). ¡Feliz día para los y las periodistas!

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