20 junio 2024

LA BANDERA DE MACHA: PRIMERA INSIGNIA PATRIA

La primera enseña patria es la Bandera Nacional. Creada por el general Manuel Belgrano el 27 de febrero de 1812, fue consagrada con los mismos colores celeste y blanco por el Congreso de Tucumán el 20 de julio de 1816 y ratificada por el mismo cuerpo en Buenos Aires, el 25 de febrero de 1818. Para glorificarla, el Congreso sancionó el 8 de junio de 1938 una ley que fija como Día de la Bandera –y lo declara feriado– el 20 de junio, aniversario de la muerte de su creador.
 
La Bandera de Macha perteneció al ejército que hizo la campaña del Alto Perú al mando del general Manuel Belgrano. Hoy forma parte del patrimonio del Museo Histórico Nacional
 
La llamada Bandera de Macha, según algunos especialistas, pudo haber sido la primera bandera. Se trata de una bandera de tres franjas horizontales cuya disposición de colores es blanco-celeste-blanco. Belgrano enarboló por primera vez esta bandera a orillas del río Paraná el 27 de febrero de 1812, convencido de la necesidad de enarbolar una bandera propia tomando los colores de la escarapela. Hasta entonces las tropas habían combatido con la bandera del enemigo.

Esa misma bandera estuvo perdida durante años y los expertos del Museo Histórico Nacional, donde se exhibe actualmente, explican que se trata de una de las dos Banderas de Macha, nombre adquirido por haber sido hallada en 1883 en la capilla de Titiri, al Norte de Bolivia, en la ciudad de Macha. Es la primera insignia patria.
 
 
Las banderas de Macha fueron encontradas de casualidad. Para llegar a nuestros días, sobrevivieron a balazos, manchas de sangre, rastros de pólvora, clavos, rasgaduras y la degradación natural que impone el paso del tiempo. Fueron halladas en 1883 cuando el padre Martín Castro, que era cura párroco de Macha, se hizo cargo de la capilla de Titiri, del altiplano boliviano. Al recorrer la nave de la capilla, se detuvo frente a unos cuadros de santa Teresa, los descolgó y, al arrancar los marcos, se encontró con dos grandes banderas de más de dos metros de largo. Decidió clavarlas contra la pared y volverlas a tapar por los cuadros. Eran banderas viejísimas y rotas. Dos años después en 1885, un nuevo párroco de esa localidad de Macha, Primo Arrieta, decidió realizar una limpieza a fondo en esta capilla y, al retirar los cuadros de santa Teresa volvieron a aparecer las banderas con las franjas. A fin de indagar qué había sucedido, consultó con dos indios muy ancianos, quienes le contaron que en tiempos del rey oyeron de una batalla en la que estuvo el entonces cura de Macha y fue él quien perseguido ocultó las banderas en el cuadro antes de darse a la fuga. Arrieta continuó su investigación para reconstruir la campaña de Manuel Belgrano en el Alto Perú, hasta su última batalla: Ayohuma. Se enteró, entonces, que antes de la derrota, Belgrano vivió en esa casa parroquial de Macha, donde se ocultaron las banderas para que no cayeran en manos de los realistas, contra quienes luchaban. Y allí quedaron ambas hasta finales del siglo XIX.

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