09 septiembre 2022

NUMEROFONÍA PARA LA MÚSICA DE PUEBLOS ORIGINARIOS

Un código único en la música del monte

 
Publicado en Día Seis n.º 35, 28 de octubre de 2011
 
A través del sistema de numerofonía, creado por el doctor en musicología Sergio Aschero, pueblos originarios del Oeste de la provincia están creando sus propios cancioneros, y en el caso de los wichís de El Potrillo ya tienen el primer cancionero de la historia de ese pueblo, compilado en el también primer libro digital llamado Wichí Tenkai que incluye no sólo el cancionero sino también las piezas musicales y las creaciones surgidas de talleres de construcción de instrumentos autóctonos.

Thaw’et: t’hiphayajai wet lachoslis (Cantos y sonidos de nuestro lugar), es el cancionero del coro wichí Sacham  ordenado por el sistema de numerofonía.

Actualmente, los tobas de Ingeniero Juárez y La Rinconada también están en proceso creativo a través de este código independiente al de notación tradicional de la música.
 
Sergio Aschero y Mirta Karp, impulsores de este
proceso creativo que desde hace años trabajan
con las comunidades indígenas de la provincia
 
Todo comenzó hace unos 6 años cuando ambos fueron convocados por la Fundación Niwok ante la iniciativa de un grupo de jóvenes wichís solicitando ser capacitados en música por Aschero y Karp luego de haber visto un artículo en el diario Página 12 sobre la numerofonía, pues consideraban que tenía mucho más que ver con su propia idiosincrasia ese sistema que el tradicional, y no se equivocaron, porque se basa en la ciencia, en los colores, en la naturaleza y en las leyes de la naturaleza.

Aschero y Karp llegaron a El Potrillo y comenzaron a dictar talleres de formadores musicales a través de la numerofonía, y talleres de creación de instrumentos musicales originales.

Entre los wichís surgió la necesidad y el deseo de crear y construir una serie de instrumentos con los recursos que el monte proporciona y construyeron instrumentos de viento, de percusión y de cuerdas no existentes ni en su tradición ni en su cultura, muchos de ellos creados a partir de figuras de animales.
 
Coro Toba en Frutar 2011
 
A lo largo de los años de capacitación Aschero y Karp formaron a 4 promociones de distintos grupos de jóvenes wichís.

Basados en esta exitosa experiencia comenzaron ahora a trabajar con tobas de Ingeniero Juárez y La Rinconada, convocados esta vez por la Fundación Gran Chaco, a través de su programa El futuro está en el monte.

Los primeros resultados de este trabajo se pudo ver en la IV Feria Internacional de Frutos Argentinos (Frutar) donde un grupo de tobas interpretó canciones creadas con la numerofonía, en el marco de la presentación del programa El futuro está en el monte, de la Fundación Gran Chaco que instaló un importante stand. En esa oportunidad Día Seis charló con Aschero y Karp, quienes al recordar los inicios de su experiencia contaron que “hicimos un proceso muy hermoso con los wichís en El Potrillo, durante seis años fuimos a esa comunidad iniciando un proceso formativo con los jóvenes, que se transformó lentamente en el cancionero, el primero de su historia, y eso se tradujo en el libro digital Wichi Tenkai, y ahora estamos iniciando a través de la Fundación Gran Chaco un proceso mucho más rápido –aparentemente por los resultados– con la comunidad toba”.

“La idea –señalaron– es no afincarnos en un solo lugar, como hemos hecho en este período en Ingeniero Juárez, donde la experiencia fue maravillosa. Lo más importante no es sólo que protagonicen el hecho artístico, algo que hace feliz a todo el mundo, sino que son los creadores, hacen letras y música de sus propias canciones con la numerofonía”.

Sergio y Mirta tienen la idea también de incorporar a otros grupos tobas y wichís de la provincia “y hacer de lo nuestro una especie de gira itinerante, llevar la música y poder cumplir con el objetivo que tenemos, que es el mismo con cualquier comunidad: crear un cancionero en el que ellos expresen su realidad como hombres y mujeres jóvenes que se encuentran hoy en día con el tema de enfrentar la vida, con sus necesidades y, por el otro lado, lograr formar coros en cada una de las comunidades y a partir de ahí ver cómo podemos ir integrándolos y avanzar”.

La unión de dos pueblos a través de la música


En el convencimiento que el futuro está en el monte y en la búsqueda que los pueblos originarios recuperen la producción cultural propia, y en particular el canto coral en las comunidades, Aschero y Karp apuestan a integrar las lenguas wichí y toba para lograr composiciones musicales conjuntas.
 

 
“Vemos que hay muchos problemas de convivencia entre los tobas y wichís, entonces pensamos que a través de la música es posible una forma de unión. Todos aman la música, todos quieren cantar, entonces por qué no hacer una obra común que se pueda cantar conjuntamente; sería maravilloso y seguramente lo vamos a lograr”, dice Aschero, aclarando que no es sólo un trabajo con los tobas y con los wichís, también están incluidos los criollos y cualquier otra comunidad aborigen.

"Sabemos muy bien lo que estamos haciendo -afirma- porque lo vemos en la misma gente y se trata de llevar esta posibilidad de inclusión, de alfabetización en la música, de socialización en el conocimiento y en el protagonismo a todas las comunidades de los pueblos originarios de Formosa a las que podamos llegar”.

Constructores de instrumentos con Aschero

Sobre la realidad de los pueblos originarios, Mirta destaca el contacto con nuestras raíces y la importancia de valorarlas: “Lo que me parece maravilloso que se está haciendo es luchar contra algún tipo de discriminación; creo que estamos viviendo una etapa de mucha revolución interna en todos estos valores y estamos queriendo crear puntos de unión que hagan que todos estos pueblos puedan ir avanzando y no retrocediendo. Veo fundaciones como la de Gran Chaco que abarca todos los aspectos de la vida de la gente y en todos es para crecer, para avanzar, y lo más valioso es el entusiasmo, la fe del cambio de vida y de querer entregar a sus hijos cosas mejores”.

Las comunidades están tomando conciencia que el futuro está en el monte, y también el poder dejar –a través de los cancioneros– testimonio escrito por primera vez en su historia de lo que sienten, lo que piensan, lo que sueñan. “Esas canciones van a ser cantadas por sus hijos y nietos en las escuelas, y eso para ellos es algo maravilloso, sienten que están generando una historia y que son parte de esa historia”, dice Mirta.
 
Wichíes en una clase de numerofonía
 
Sergio agrega que “al empezar a narrar y escribir textos que van a ser musicalizados su identidad empieza a emerger, empiezan a contar, a narrar, hablan de sus ancestros, de su realidad, y una vez que lo creativo se maneja como algo natural –y en ellos la naturaleza es absolutamente creativa– uno se transforma solo en una herramienta y son ellos los protagonistas del manejo de esa herramienta; con estas experiencias con los tobas y antes con los wichís nos vamos enriquecidos porque nos enseñan muchas cosas y es totalmente inverso el proceso”.

Sergio y Mirta están convencidos de que un punto de unión es la música y aseguran que la numerofonía es un sistema muy fácil.

El trabajo que hacen con los pueblos originarios lo hacen únicamente en Formosa, aunque también recorrieron con la numerofonía Entre Ríos, Rosario, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Mar del Plata y Tierra del Fuego: “Estamos sembrando y es muy bueno haber estado en Frutar. Sabemos que tenemos un largo camino por delante pero por suerte la semilla es buena, tratamos de sembrar en muy buena tierra, y hasta ahora no hemos tenido problemas, sólo satisfacciones, y vemos cómo los plantines de a poco van creciendo y los frutos se van viendo”.

La numerofonía


“La numerofonía no es un método, sino un código independiente de notación que no tiene vuelta atrás”, según las palabras de su creador Sergio Aschero.

Componiendo música
 
Se basa en las ciencias matemáticas (geometría y aritmética), en la óptica, en la acústica y en la lingüística, lo que lo hace muy claro y comprensible hasta para niños desde los tres años de edad, en absoluta contraposición con el sistema tradicional de notación musical.

Utiliza formas geométricas y colores para los más pequeños y a medida que van avanzando en edad y en su aprendizaje, el sistema va incluyendo números enteros y fraccionarios, acompañando al niño y al joven en su desarrollo de manera simultánea a su formación académica.

“Es un sistema lógico que permite que todos, pero todos sin excepciones, puedan leer, escribir, interpretar y crear música, culta o popular; incluyendo a adultos, adolescentes, niños y personas con capacidades especiales, sin tener que caer en el absurdo de los bemoles, sostenidos, claves, o tantos otros signos anacrónicos que integran el sistema de notación, para que todos aquellos que aman la música puedan disfrutarla activa y participativamente, y no tan sólo el 5% de la humanidad, que es lo que ocurre estadísticamente, lo que demuestra el altísimo nivel de analfabetismo existente”, sostiene Aschero y agrega: “La gente que aprende Numerofonía va a generar un camino diferente al tradicional. Hay códigos que tienden al museo y el sistema de notación tradicional es un sistema que ya es muy antiguo y que tiende al museo, porque inclusive en la música contemporánea de hoy en día los músicos no usan el sistema de notación, y por ejemplo hablás de 7 notas pero cuando observás un piano contás 12, entonces desde ahí ya empieza mal”.

“Estamos hablando de un código –afirma– que todavía se maneja con el latín para numerar sus sonidos, los códigos son invenciones humanas y envejecen; nosotros cambiamos permanentemente sistemas operativos en las computadoras y no nos pasa nada, pero con el tema de la música parecería que mucha gente asocia la escritura con lo sagrado, no se puede tocar, y no es así; lo que no se puede tocar es lo creativo. Si yo tengo un camino para llegar a Bach que es mejor que el sistema de notación tradicional, ¿cuál es la ventaja? que toda la gente va a poder leer y gozar de la música de Bach”.

Investigación


Al hablar de cómo creó la numerofonía, Aschero cuenta que es un proyecto que se inició “hace cuarenta y tantos años, soy doctor en musicología y a los 20 años tuve una beca del Fondo Nacional de las Artes para estudiar la música de los chaguancos en Jujuy, conviví con ellos 15 días, me llevé mi papel pentagramado, mi grabador, grabé su música y después la empecé a desgrabar para presentar el informe al Fondo Nacional de las Artes, y cuando empiezo a desgrabarla descubro que con el sistema de notación no puede escribir exactamente lo que ellos hacen, ya que su modelo de afinación no era exactamente la de un piano, con lo cual mis supuestos conocimientos fracasaron frente a esta naturaleza sonora de los chaguancos”.

Esta situación lo hizo entrar en crisis, pues se planteaba cómo con una formación de tantos años no podía escribir la música de esa comunidad que no era tan compleja, pero que sin embargo el sistema de notación tradicional no lo permitía.

Con un desafío por delante comenzó una investigación probando grafías distintas, equivocándose mucho y así paso a paso fue construyendo un nuevo lenguaje que llamó numerofonía, basado en la ciencia: “Una ciencia simple que está al alcance de todos, es un sistema que se apoya en la matemática, en la óptica y en la acústica, mezclando los tres componentes y estableciendo como una fórmula química que permite que la gente acceda a la música. Desde los tres años un niño puede leer música con este código sin ser Mozart; con el otro sistema se apuesta al prodigio, con este sistema se apuesta a la generalidad”.

El sistema permite que la gente pueda crear, expresarse sin dificultad en cuanto a la grafía y registrar con una imagen –que es muy importante en el orden de la semiótica– una forma de escritura sonora que se puede replicar, documentar y grabar.

En Italia y España está reconocida: Certificando la numerofonía, originarios cobrarán derechos de autor

El sistema de numerofonía, creado por el doctor en musicología Sergio Aschero, está siendo implementado en Uruguay, Chile, México, Portugal, donde se creó el año pasado el primer centro mundial de Numerofonía de Aschero, y en Italia y España, donde ya está certificado por los ministerios de Educación como alternativa en la educación musical.

Numerofonía Aritmética. Joahnn Sebastian Bach,
Suite n.º 1 en Sol Mayor para violoncello solo.
 
En Formosa este sistema ya lo aplican las comunidades wichí y toba del Oeste, y desde la visión de Aschero sería muy importante que el Gobierno de Formosa lo certifique para los pueblos originarios: “Si lo certificamos el siguiente paso es tratar que la propiedad intelectual reconozca esta escritura para que cualquier persona de los pueblos originarios que compone su música vaya a SADAIC, la registre, sea aceptada y cobre su derecho de autor”.

“Si el Gobierno de Formosa dice que la numerofonía de Aschero es muy buena para los pueblos originarios ya tenemos una base para luchar por la posibilidad de que esto se pueda implementar, hay que pelear por esto y buscar la forma de una certificación”, sostuvo, y destacó al mismo tiempo que en la numerofonía “la gente se va apropiando y después cada uno compone y hace lo que quiere, pero en los talleres todas las composiciones son grupales, no trabajamos con individualidad; hay grupos de cuatro, de tres, de cinco; trabajan y componen juntos, ponemos los nombres de todos los autores y ellos tienen derechos si se van a grabar esos temas”.

Aschero afirma que los autores, en este caso de los pueblos originarios, tienen derecho a cobrar derecho de autor en SADAIC y “para eso es muy importante contar con una certificación oficial, que la vamos logrando en distintos lugares”.

La numerofonía en las comunidades wichí y toba prendió muy fuerte “y nosotros nos hemos enamorado tanto de esta tierra, nos sentimos tan amados por nuestros pueblos, que sería muy importante para nosotros que se logre esta conquista fundamentalmente para los pueblos originarios, que tanto se está haciendo por ellos en la provincia, de manera muy destacada en el país, porque realmente lo que pasa en Formosa es muy fuerte y sería muy importante también que la numerofonía se enseñe también en las escuelas como un sistema alternativo, sin querer desplazar nada ni a nadie, sino dar la posibilidad de que cada uno elija y tener una alternativa en la pedagogía musical”.

Desde la visión de Aschero hay que tomar la decisión importante de un cambio histórico: “Dejemos un modelo que además es leído sólo por el 5% de la humanidad, hay que pensar que el sistema de notación no es un sistema universal en el sentido de la lectura, hay gran cantidad de músicos populares maravillosos que no leen música, no porque no quieran leer música sino porque el sistema te pone en contra, entonces hay que ocupar un espacio vacío; si hay 5% de lectores tenemos un 95% de espacio vacío y cuando ocupemos el 10% estaremos duplicando el número de lectores del otro código, por eso digo que hay que tomar decisiones políticas y los gobiernos tienen que decidir poner a prueba este sistema en marcha en las escuelas, como se hizo en España e Italia”.

Sergio Aschero: https://www.sergioaschero.com.ar/numerofonia.html

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