17 febrero 2023

NOTA DE TAPA N.º 473 / VUELVE EL CINE ITALIA

#VuelveElCine #UnaBuenaNoticia
 
El cine siempre es un excelente plan para chicos y grandes. La pantalla grande transmite sensaciones que para muchos no es lo mismo disfrutarlas sentados en el sofá de nuestras casas y con esa multiplicidad de ofertas que ofrecen hoy las plataformas de streaming. A través del cine se viven experiencias vitales, conexión, empatía y traspasa las barreras culturales, y si bien hoy está en discusión eso de la magia del cine y podés disfrutar del séptimo arte dónde y cómo quieras, los cinéfilos de Formosa están de parabienes porque luego de tres años es inminente la reapertura del cine teatro Italia que antes de la pandemia de coronavirus cerró su sala por problemas en el sistema de aire acondicionado y luego lo hizo el complejo Cines Avenida quedando así la ciudad sin salas cinematográficas.
 
 
Esta semana en el cine Italia se realizó la prueba de sonido e imagen, se probó la proyección en 3D y sólo faltan detalles burocráticos para disfrutar nuevamente de la pantalla grande en Formosa. Estuvieron en la sala el ministro de Cultura y Educación, Luis Basterra, y el subsecretario de Cultura, Jorge Santander, acompañados de agentes del Ministerio. También se realizó la prueba de los equipos de refrigeración que habían presentado una dificultad técnica por la complejidad de la estructura, lo que demoró la rehabilitación.
 
 
Solo faltan trámites burocráticos, señalaron los funcionarios, como las habilitaciones que demanda como sala de reproducción del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) –Espacio INCAA- y habilitaciones relacionados con las inspecciones de Bomberos y la Municipalidad por cuestiones de seguridad (protocolos de incendios). Hubo un pequeño problema con la salida de emergencia y se la está reparando de nuevo. “Son puertas con marco de hierro antiguos y al abrirla se cayó porque el óxido la comió por dentro, son detalles que se están resolviendo. El gobierno formoseño invirtió muchos millones para que el cine vuelva funcionar con todo el equipamiento, está cumpliendo todos los requisitos y controlado por la misma gente que es dueña del lugar que es la Asociación Italiana”.
 

La remodelación de la sala incluyó lugares especiales para personas con discapacidad, para el acceso con sillas de ruedas. Cuenta además con un generador propio ante un eventual corte en el suministro de energía eléctrica que posibilita contar con energía en 20 segundos y también camarines acondicionados.
 

En los años 90, con el auge del VHS, el Cine Italia tuvo una reducción de actividad y en el 2009 fue reinaugurado luego de varias remodelaciones realizadas, entre ellas: restauración de frente respetando la fachada original, nuevas puertas de vidrios, piso nuevo en el hall central, escalera remodelada a nueva con piso cerámico especial y pasamanos de acero inoxidable. Además, se amplió el escenario (más de 120 metros cuadrados), con piso de sistema elástico de goma, nuevo sistema lumínico y dos máquinas de humo; camarines ampliados y telón principal con características especiales, compuesto de un material exclusivo de retardo al incendio. El proyector original fue sometido a una serie de modificaciones y digitalizado, y se instalaron butacas totalmente nuevas en la sala principal: 380 asientos de madera con respaldos acolchados y retráctiles (170 en la parte central y 105 en los laterales izquierdo y derecho) Y en la parte superior más butacas de hierro, del tipo tubular redondo, también retráctiles y con acolchado en el asiento y el respaldo.

Un poco de historia


La génesis del cine teatro Italia se remonta a 1939, año en que se inauguró el Cine Savoia, de la familia de Raúl Facciotti, que funcionaba como sala de cine y teatro y se organizaban bailes, especialmente en la época de carnavales con actuación en vivo de orquestas, y espectáculos de teatro. En épocas de Verano las funciones de cine se realizaban al aire libre.
 
 
 
A finales de la década del 60 e inicios de 1970 el cine Italia, regenteado por Juan Kontos, se fusionó con el Cine Argentino, de los hermanos Di Biase, y a partir de esta fusión pasó a ser, además de cine, distribuidora de películas para la capital y el interior provincial y también para parte de la provincia del Chaco.  Recibían películas los cines que funcionaban en la ciudad capital: el cine Fontana, perteneciente al Club Fontana; Avenida, que funcionaba en la pista El Pajarito, de Juan Cáceres; el cine Belgrano, de Justo Bóveda, y San Miguel, de la familia Rigonatto.
 

Los cines del interior recibían las películas de la capital, entre ellos el cine Victoria, de la familia Villalba, y Libertador, propiedad de Eloy Cañiza, de la ciudad de Clorinda; Victoria, de Felix Saade, en Pirané; Bariloche, en Palo Santo; San Martín, en Comandante Fontana, club perteneciente a Gendarmería Nacional; Astral, de la familia Trachta, en Ibarreta; Yunká, de Las Lomitas club perteneciente a Gendarmería Nacional; el cine Villafañe y el Ambasador, de la familia Purcel, en El Colorado, desde donde se distribuían las películas a las localidades chaqueñas de General San Martín y La Leonesa. En la primera de ellas funcionaba el cine San Martín, y en la segunda el cine Urquiza, del personal de Gendarmería Nacional.

De acuerdo a datos recabados por el abogado e investigador Marcos Raúl Molares, en 1943 funcionaban en la ciudad al menos 4 salas: Cine Fontana, Cine Savoia y dos salas del Cine Colón: una cerrada, para 700 personas, y otra al aire libre para 400 personas. Este cine se inauguró el 24 de mayo de 1939 en la esquina de José María Uriburu y Moreno, administrado por Raúl Facciotti, y 20 años después fue trasladado a la esquina de Fontana y Uriburu, siendo así la antecesora del Cine Argentino.
 

El período de mayor auge de la exhibición cinematográfica en Formosa fue en los años 50 con el funcionamiento del cine González Lelong; otro al aire libre en España y Moreno, de la familia Mussano; el Avenida en el barrio San Francisco; el Cine Teatro Español, de la Sociedad Española, sobre la calle Moreno; el Cine Fontana; el Belgrano, de Justo Bóveda y el San Miguel, de la familia Rigonatto, en la avenida González Lelong y Deán Funes.

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